Me cansé de las relaciones a medias.
De los dolores por un amor mal correspondido.
De darlo todo y recibir nada.
De escribir cartas al viento esperando
que este me trajera alguien en quien confiar.
De cantarle al tiempo esperando que este
me trajera un alma que quisiera compartir y no quitar, sumar y no restar. Y si restaba, que fuesen los miedos, los daños, lo malo.
Entonces decidí esperar.
Esperé.
Y hoy, te encontré, eres con quien me gustaría sentarme frente a la vida y ver pasar los años, poner café cuando empieza la mañana y endulzarlo con tu mirada adormilada. Ver nacer el sol en tu sonrisa y con el pasar del día, poder mirarme en tus ojos con los rayos que emana tu sistema ocular. Al llegar la noche, recostarme en tu espalda blanca llena de cráteres cual luna eres.
Hoy sonrió porque el pasado es un espejismo que cada vez se ve más lejos, el presente es una fuerza que cada día se siente más plena y el mañana es una ilusión que adoro ver en nuestro amor.
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